EL PODER DE LA ABADESA DEL MONASTERIO DE LAS HUELGAS

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Cuando estuve en este Monasterio de visita turística naturalmente, te enseñan una de las vidrieras más antiguas de España y te explican lo que es un Monasterio del Siglo X, en plena Castilla fundida en la reconquista de territorios y cruzadas, nada especial, todo dentro de lo esperado; pero yo tuve la suerte de que me lo explicaron de otra manera: A mi me impactó lo que la guía me dijo: "Esta fue una prueba viviente del saber mandar femenino, de su organización y estilo, en un momento de la historia en que, la cerrazón machista de la edad Media impidió que mentes prodigiosas femeninas no desarrollaran su potencial en favor de la sociedad. Aquí refugiadas dieron muestras de su gran valía". Por lo tanto, no, este no era un Monasterio al uso, dónde enviaban a una mujer que se quedaba para vestir santos. Aquí las mujeres desarrollaron su intelecto y dieron muestras de su grandeza. Hoy en día las monjas cistercienses se hacen cargo de su gobierno y gestión y se ofrecen habitaciones preparadas para retiro espiritual de mujeres que lo soliciten. La abadesa actual no tiene mandos ni privilegios especiales civiles ni jurídicos. Tanto ella como la comunidad de monjas dedican su vida a la oración y a atender unas mínimas posesiones, pero (y aquí viene lo fenomenal) "La abadesa de Las Huelgas llegó a disfrutar de una autonomía y poder tan elevados que sólo dependía del papa y estaba por encima de la curia episcopal. La abadesa, como mujer, no podía confesar, decir misa ni predicar, pero era ella quien daba las licencias para que los sacerdotes hicieran estos trabajos. 

Era dueña de un señorío material y un señorío jurídico. El señorío material estaba compuesto por: 54 villas. tierras, molinos, exenciones fiscales de pontazgo, portazgo y montazgo. El señorío jurídico tenía su propio fuero, cuyas leyes en el tema civil y criminal dirigía y vigilaba la abadesa. Podían nombrar alcaldes y ejercían su jurisdicción sobre un buen número de monasterios cuyas abadesas eran nombradas por la abadesa de Las Huelgas".