En el Puerto de Castellón (el Grao) tenemos este monumento que se refiere a un juego de niños, de siempre, pero que me da que se ha ido perdiendo con los años, ahora los niños juegan a otras cosas. (Fotografía de Turismo Castellón).
Seguro que mi nieto mayor que ya se fija mucho en todo lo que ve, pensará para sus adentros que uno era el burro el de abajo y el que salta una especie de Spideman y otro esperando, seguro que lo ve como un juego sin mucho sentido, entre otras cosas porque hoy en día tienen otros juegos tan diferentes como para que piensen que "salta al burro"era una solemne tontería.
Ellos están en una época de teléfonos móviles, Play Station, ordenadores, juguetes inteligentes y dibujos animados muy logrados e interesantes.
Pero el monumento está muy bien porque antropológicamente nos recuerda lo que fuimos.
Había por aquella época más juegos sencillos, sin gastar dinero en plena calle: los cromos, los "petos" (palabra almeriense) que se refiere a las canicas de toda la vida o el guá, el escondite, las cuatro esquinas, la carreras. etc, etc, éramos unos niños muy baratos que usábamos la imaginación para jugar en una España pobre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario