La estación de RENFE de Almería, en desuso pero abandonada es un ejemplo de desidia y de auténtica vergüenza de unas autoridades que se asemejan a las de los países tercer-mundista. El siguiente enlace de Diario de Almería, lo deja muy claro:
Decir que se está cayendo a trozos es poco. Podría ser un Museo de Renfe de cien años de historias, de películas incluso que se rodaron en su interior y andenes, pero la falta de dar valor por parte de los responsable, a este maravilloso edificio, patrimonio de todos, es escandalosa.
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