EL ESPAÑOL:
El 28 de marzo de 1809 Vigo se convertía en la primera localidad de Europa que lograba expulsar a los ejércitos de Napoleón de una plaza conquistada. Además, desde la ciudad olívica se organizaría la ofensiva que expulsaría de Galicia al ejército imperial de Bonaparte, cuya pretensión era la de instalar en el trono español a su hermano. La población civil padeció los efectos de esta guerra en la que tanto los franceses como los aliados de España se cebaron con ellos saqueando y devastando el patrimonio, la industria o las infraestructuras que consideraban una amenaza para sus propios intereses. Los ingleses llegaron a bombardear la industria textil de Béjar, competidora de la inglesa, o la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro en Madrid cuando los franceses ya habían evacuado la capital. Pero lo que inicialmente parecía que iba a ser un paseo militar se transformó para Napoleón en un infierno que absorbía unos recursos que no tenía y que necesitaba en otros lugares de su Imperio. En Galicia, la población civil se enfrentó con uñas y dientes a los franceses y fue aquí donde, durante una fría noche de 1809, dos destacamentos de dragones, doscientos soldados de élite del ejército francés, desaparecen junto a sus armas, equipos y caballos. Una desaparición que asombró y aterrorizó al mismísimo Napoleón, que provocó su ira y activó una terrible venganza con la que arrasó pueblos y personas. Los cuerpos nunca fueron encontrados y, a día de hoy, sigue siendo un misterio lo que allí aconteció. Esta es la historia de una fría noche en la que 200 soldados de Napoleón desaparecieron sin dejar rastro de la faz de la Tierra.
Iván Fernández Amil - El Español.
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