Almería, ciudad amurallada coronada por su Alcazaba, que formaba junto con las murallas adyacentes el conjunto defensivo árabe más grande de la península y del Islam en Occidente, tenía en la dársena de su puerto más de 300 navíos a las órdenes de un Almirante, cuyo poder era absoluto y comparable al del mismísimo Califa.
En esta ocasión os contaré que Almería, contaba también con una gran Mezquita. Todo ello o gran parte, fue destruído por el Papa de turno y los Reyes Cristianos que formaron un gran ejército y la invadieron, pasando a cuchillo a todos sus varones. Para colmo de males, una serie de terribles terremotos, terminaron de desolar todo aquello que se mantenía en pié. Jesús Morillas Batlles, nos descubre con la foto que ilustro este comentario, una piedra árabe de esa Mezquita, en la actual Iglesia de San Juan en Almería.
Se aprecia que el muro de nuestros días contiene una piedra árabe con sus dibujos característicos.
Esa es la huella de nuestro pasado y es de lo muy poco que nos queda de aquella mezquita, por no decir nada.
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