El fruto del cacao se origina en su propio árbol, brotándo en el mismo tronco o en las ramas más viejas.
Cuando termina su desarrollo, su cáscara es rígida y bastante dura, tiene forma de balón de rugbi. Lo que es más importante conocer es que el chocolate es el polvo que se obtiene al rayar las semillas del interior del fruto.
Los animales (monos, roedores y algunas aves) depredadores del cacao no comen la semilla, ya que cruda es amarga y algo venenosa, sino que comen la pulpa blanca que rodea las semillas.
Es de las semillas de dónde extrae el polvo de cacao para el chocolate y la manteca de cacao, primero tostándolas y luego moliéndolas y procesándolas no crudas, dónde desaparecen las cualidades negativas de las mismas, haciéndolas un deleite para el paladar de los humanos.
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