Esta frase hecha, ''No te lo crees ni borracho'' o ''No te lo crees ni harto de vino'', viene a decir que no nos creemos lo que nos están diciendo y que nos están mintiendo.
Es una manera popular de rechazar una afirmación y de mostrar nuestro desacuerdo.
El símil, expresa la comparativa de que un borracho se puede creer cualquier cosa que se le cuente en su estado de embriaguez, y el dicho va más allá de esa situación, negando incluso esa situación.
El origen es popular y muy empleado.
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