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Las plantas, que son seres vivos, ocupan el 2º lugar en la cadena alimenticia contando desde la base después de los minerales, pero ¿es posible la comunicación de los humanos con las plantas?
CLEVE BACKSTER muy criticado e incluso tildado de loco hizo un experimento que trascendió lo suficiente como para despertar la curiosidad del mundo científico.
Históricamente los pueblos naturalistas, chamanes etc.. han basado sus tesis y curaciones fundamentalmente en las plantas dándole a las mismas un lugar importante, aunque la ciencia oficial no deja lugar a dudas de que las plantas no pueden comunicarse con los humanos.
Cleve era agente de la CIA e inventó un polígrafo y fundó una escuela para los interrogatorios policiales por lo que procedía de un medio totalmente ajeno al de las plantas.
Cómo sucedió el experimento:
"Año 1966 - Tenía en su despacho una planta, un Dragó de Canarias y la conectó a su polígrafo para ver el tiempo que tardaba el agua a llegar hasta las hojas pensando que con más agua tendría mayor conductividad, pero se equivocó de plano ya que salió la curva típica de cuando un interrogado se excitaba positivamente. La pregunta que se hizo fue instantánea: ¿Tenía sentimientos la planta, agradecía el agua recibida?, pero siguió investigando y pensó que el polígrafo detecta el miedo de cuando el interrogado se siente amenazado y decidió amenazar a la planta, conectó los electrodos a las hojas y la planta reaccionó con una curva similar al miedo de las personas e incluso pensó si la planta había detectado sus pensamientos".
CLEVE BACKSTER muy criticado e incluso tildado de loco hizo un experimento que trascendió lo suficiente como para despertar la curiosidad del mundo científico.
Históricamente los pueblos naturalistas, chamanes etc.. han basado sus tesis y curaciones fundamentalmente en las plantas dándole a las mismas un lugar importante, aunque la ciencia oficial no deja lugar a dudas de que las plantas no pueden comunicarse con los humanos.
Cleve era agente de la CIA e inventó un polígrafo y fundó una escuela para los interrogatorios policiales por lo que procedía de un medio totalmente ajeno al de las plantas.
Cómo sucedió el experimento:
"Año 1966 - Tenía en su despacho una planta, un Dragó de Canarias y la conectó a su polígrafo para ver el tiempo que tardaba el agua a llegar hasta las hojas pensando que con más agua tendría mayor conductividad, pero se equivocó de plano ya que salió la curva típica de cuando un interrogado se excitaba positivamente. La pregunta que se hizo fue instantánea: ¿Tenía sentimientos la planta, agradecía el agua recibida?, pero siguió investigando y pensó que el polígrafo detecta el miedo de cuando el interrogado se siente amenazado y decidió amenazar a la planta, conectó los electrodos a las hojas y la planta reaccionó con una curva similar al miedo de las personas e incluso pensó si la planta había detectado sus pensamientos".
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