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(Torre de los espejos de la Alcazaba) |
Jayrán, era un rey castrado (eunuco por más señas) pero un rey que supo ejercer su poder sabiamente e hizo grande la Almería de su época. Fue una de las etapas más brillante de la historia almeriense. Desde 1008 el califato de Córdoba comenzaba a disgregarse hasta desintegrarse hacia 1091 cuando desapareció oficialmente. Pero mucho antes, el Califato, fue conquistado por los almorávides. La Taifa de Almería fue un reino independiente musulmán que surgió en al-Ándalus en 1012, y, cronológicamente, fue de los primeros reinos de taifas. El El origen de la taifa de Almería se debe al eslavo
Aftah, quien se impuso al bereber
Ibn Rawis en el control de Al-Mariyya, la actual ciudad de Almería. A Aftah le sucedió en el trono
Jayrán quien consolidó el reino taifa.
Durante su reinado la ciudad de Almería experimentó un gran desarrollo y desbordó el perímetro fortificado, motivo por el cual Jayrán amplió sucesivamente sus murallas defensivas. La explosión demográfica se debió al desarrollo económico basado en dos productos fundamentales: el mármol de las minas de Macael y los tejidos de lujo de seda, oro y plata, que se exportaban por todo el Mediterráneo. Bajo el reinado del sucesor de Jayrán,
Zuhaír, la taifa almeriense se extendió abarcando Murcia, Jaén, zonas de Granada y Toledo e incluso la antigua capital del califato, Córdoba, aunque pronto empezaría la decadencia y la pérdida de territorios que culminaría con el siguiente reinado. Zuhaír amplió la mezquita de la ciudad e intervino en la muralla del arrabal de la Musalla. En esta época, Almería se consolidó como ciudad, y se desarrollaron dos arrabales más, el al-Musallà (Oratorio), al este, y el menor al-Hawd (Aljibe), al oeste. Bajo el reinado de
Abú Bark al-Ramini la taifa de Almería fue conquistada por
Abd’al-Malik ibn Abd’al Aziz, rey de la taifa de Valencia y nieto de Almanzor, quien nombró gobernador a Ma’n ben Muhammad, que se independizó en 1044 inaugurando un nuevo período taifa bajo el gobierno de la dinastía de los Banu Sumadih, que conoció la época de mayor esplendor económico y cultural de la taifa bajo el gobierno de Abu Yahya Muhammad al-Mutasim, también conocido como
Almotacín, el rey poeta, quien llegó a formar en Almería uno de los núcleos culturales más importantes de al-Ándalus, atrayendo a poetas a los que asignaba pensiones en plata.
En 1085, Alfonso VI tomó Toledo. Los reyes taifas de Sevilla, Granada y Badajoz solicitaron el auxilio de los almorávides quienes entraron en la península Ibérica en 1086, derrotando al rey castellano-leonés en la batalla de Zalaca, tras lo cual, viendo la debilidad de los reinos taifas por las continuas disputas entre ellos, se enfrentaron a ellas, siendo conquistada la de Almería en 1091, pocos meses después del fallecimiento de su último rey taifa, Ahmad Mu’izz al-Dawla.
Referencias: wikipedia
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