La Casa Montoya de Almería - singular y con encanto



(Casa Montoya un edificio con encanto- foto de: Hugo Sánchez)

Bajando el Paseo de Almería, (arteria principal de la ciudad que lo fue a mediados del siglo pasado) con dirección a la Rambla Federico García Lorca, justo al entrar en la Plaza de Emilio Pérez, a la derecha, en la calle Gerona, nos encontraremos con tan singular edificio. Es un chalet, en mitad del centro urbano, un edificio único, que por fortuna no padeció la expeculación de los sesenta y no fue derribado para construir una torre de pisos. En 1928 fue diseñado por Guillermo Langle y su primer dueño fue Antonio González Egea, persona muy importante de la época, terrateniente, banquero, consignatario de uva de Ohanes, concejal y alcalde de Almería.

La pregunta que nos haríamos al ver el edificio, sería, más o menos la siguiente: ¿Qué hace aquí en medio este caserío vasco a más de 1000 Km de distancia?  La Casa Montoya es un sorprendente ejemplo de arquitectura del norte de España en el centro de una ciudad del mediterráneo Sur. González Egea ni siquiera pudo cumplir el sueño de habitar su casa, ya que debido a la Guerra Civil, la construcción se interrumpió y González Egea falleció poco después. Los primeros inquilinos de tan augusta mansión fue su hijo, José González Montoya (de ahí el apelativo que se le dió popularmente al edificio) y más tarde su viuda, la empresaria turística y filántropa Francisca Díaz Torres, quien la donó al ayuntamiento de Almería a fin de que fuera convertida en museo. Expoliada durante la guerra, entre 1942 y 1943 se restaura con ayudas públicas para la Reconstrucción de la Dirección General de Regiones Devastadas. El día 9 de mayo de 1943, pernocta en ella Francisco Franco durante su visita a la capital almeriense. Como véis, también tiene su historia.