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Oficialmente en 955 DC Abderramán III decide amurallar el poblado costero de la ciudad llamado "La Medina" y que se formó tras varias colonizaciones en torno a la elevación conocida como Bayyana - Almariyat, (torre vigía de la costa); este enclave era estratégicamente importantísimo para la entonces poderosísima República de Pechina.
Se certifica de esta forma el reconocimiento oficial de la ciudad y se la dota, en tiempo del famoso Califa, de una fortaleza para su defensa, (La actual Alcazaba, la más grande de la península Ibérica). La población almeriense era por aquel entonces totalmente islámica y llegó a ser, siglos después, después de Córdoba, la ciudad más rica e importante de España e incluso algunos historiadores, la catapultan hasta considerarla: "rica, entre las ricas del mundo árabe de la época". Tan solo una década más tarde, se construye la Mezquita Mayor como lugar de peregrinación, (el lugar aproximado en la actualidad corresponde con el edificio de la Catedral de Almería que fue construida sobre las ruinas de la Mezquita, siglos más tarde).
En la ciudad residía El almirante de la flota, considerado el segundo poder en la España de la época. El puerto de Almería era el más importante del Califato y el Almirante tenía a su disposición un número de casi 400 barcos que amarraban en el puerto.
El más famoso almirante fue: Ibn Maymun, al que al parecer, Almanzor envenenó, envidioso de su poder.
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