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Os transcribo una noticia curiosa y de buen periodismo informativo. Resaltar la genialidad y la creatividad de los promotores.
Decir 'sí quiero' es todo un reto. Son sólo dos palabras, pero llevan de la mano un mar de connotaciones que hacen aflorar el nerviosismo en la pareja más consolidada. Lo peor es que en un día tan señalado todo son carreras: peluquería, maquillaje, mesas, flores, iglesia, más mesas, que si se ha arrugado el traje o se ha corrido el rímel... y hasta la novia más abnegada, véase, la Susanita de Mafalda, es incapaz de disfrutar plenamente de una fiesta que es la suya. Si a esto se le suma otro factor, hacer la boda en un lugar a miles de kilómetros de casa, el evento puede convertirse en un thriller o hasta en un horror film para los prometidos.
En esa tesitura se vio Stacy Reading, de nacionalidad inglesa, el día en que se le ocurrió casarse con su novio español en Mojácar. Organizar el matrimonio desde su Inglaterra natal fue todo menos fácil, y de aquella experiencia surgió una idea que le cambiaría la vida. Así, de un día a otro, cambió su consolidada carrera como directora y consultora de empresas en la prestigiosa PriceWaterhouseCoopers por otra que, a día de hoy, le reporta grandes satisfacciones personales: organizadora de bodas y eventos para extranjeros en España.
Desde la base operativa, ubicada en su ciudad de adopción, Mojácar, Stacy lleva ocho años organizando las denominadas 'BBC' (Bodas, Bautizos y Comuniones) en cualquier punto del territorio nacional. La provincia de Almería y otras como Sevilla o Granada se llevan la mayor parte del 'pastel', por tratarse de enclaves muy llamativos y "especiales" para los clientes extranjeros y para los pocos nacionales que deciden casarse en zonas alejadas de su residencia habitual.
Y es que en esto del matrimonio, los extranjeros llevan la delantera en lo que a originalidad se refiere. Hay quienes conocen el lugar donde se van a casar en el mismo momento en el que empieza la ceremonia, otros que no han probado el menú, e incluso quienes piden "un camello, un elefante o un globo aerostático para que lleve a la novia hasta el altar", asegura Stacy. Experta avezada en conseguir cualquier reto por imposible que parezca, suele encontrar la manera de satisfacer a los clientes, aunque la mayor parte de las veces "se echan para atrás por el precio" al que ascienden estos caros caprichos.
Después de organizar eventos para novios venidos desde EEUU, Inglaterra, Canadá, Australia, Francia, Suiza o Japón, Stacy ha adquirido los mimbres suficientes para poder hacer una enciclopedia nupcial. "Los españoles siempre llegan diciendo que quieren hacer algo original, pero luego no se atreven o sus padres no les dejan". Los extranjeros, en cambio, son "cada vez más arriesgados y piden cosas más raras". Una pareja gastó la friolera de 120.000 euros en una boda de 50 personas que se alargó durante cinco días. Entre otros caprichos, destinaron "3.000 euros para el alquiler de dos wc portátiles de lujo" dispuestos especialmente en el jardín de un lujoso hotel para realizar una barbacoa de dos horas. Pero no se asusten, la media que puede costar un matrimonio va de los 5.000 a los 25.000 euros.
A parte de estas diferencias tan llamativas, las bodas 'guiris' se caracterizan por ser más íntimas (el número de invitados ronda, por lo general, las 60 personas), en ellas se cuidan hasta el extremo los detalles (velas, iluminación, planes de mesa), y nunca faltan los discursos emotivos de familiares y amigos.
Para organizar todo, la empresa de Stacy, Weddingsinspain, se sustenta sobre las nuevas tecnologías. La web es el soporte principal (www.weddingsinspain.com), y se complementa con un flujo constante de comunicación vía teléfono y mail. La media necesaria para organizar un evento de este tipo es de un año, y el récord es una boda en la que los novios solicitaron los servicios de Stacy sólo dos meses antes.
