Usamos esta"frase hecha": "Las apariencias engañan", para indicar que no debemos fiarnos de la envoltura exterior que se nos presenta y que la bondad de las personas y las cosas están en su interior. Es una advertencia sobre la desconfianza.
Ni tampoco fiarnos de lo que nos pueda parecer a primera vista cualquier imagen, por si nos engaña la mente, que también se dan casos.
No por ver a un mendigo, debemos despreciar su bondad o su sabiduría o por ver a alguien con lujosas vestimentas, demos por supuestas su bondad y bien hacer.
Es una frase internacional y su origen viene, probablemente de los Evangelios y sus metáforas.
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