Sólo pensar que en aquel tiempo las carreteras estaban en su mayoría sin asfaltar, las curvas infernales del Ricaberal en Almería, el Perelló en Tarragona, sin túneles bordeando montañas, subiendo puertos, atravesando pueblos, rebaños cruzando las carretras, animales sueltos, más de mil paradas, el nivel de amortiguación del vehículo y la seguridad del mismo serían ínfimos y que decir de los neumáticos que, muy probablemente, eran macizos.
Verdadero emprendedor este Paco y auténtico valiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario