El origen es verbal y anónimo.
El médico debe ser de confianza y cuando se duda y se pide una segunda opinión, incluso, una tercera suelen no coincidir y por los matices, la persona termina decidiendo sobre una materia que desconoce, y puede resultar calamitoso.
En su día, sobre todo en el siglo XIX, se popularizó la frase e incluso se empleó traducida fuera de España, os paso refranes similares en otros idiomas:
Francés:
Alemán:
Viele Ärzte sind des Kranken Tod.
Ilaliano:
Nessun medico è meglio di tre.
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