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Fotografía de Valencia Bonita.es del Museo del Ayuntamiento de Valencia- Pincha una vez en la imagen para poder verla ampliada. |
Mi veterano peluquero me puso en antecedentes sobre esta leyenda urbana, que era muy cierta.
Ese día me relató la historia a modo de cuento:
"Cuando empecé con el oficio iba con mi bici hasta Valencia a pelar y a afeitar a domicilio y el urbano en cuestión se ponía en el cruce de Pérez Galdós con la Avenida del Cid.
Era todo un espectáculo por sus movimientos dirigiendo el tráfico. La verdad, es que no se aburría nadie mientras esperaba su turno para pasar.
Cuándo llegaban las navidades, era tal la cantidad de botellas, turrón y paquetes de regalos que tenía a su alrededor que sólo se le veía la cabeza y el casco", y era un hombre alto, que conste.
Ese debió ser un personaje que hacía bien su trabajo, con empatía, personalidad y arte. Le llamaban: 'Manitas de plata'
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