Un vendedor de la lotería de la ONCE, ciego, está vendiendo iguales en una esquina. De pronto, se acerca un perro levanta la pata y le orina en parte del pantalón y los zapatos.
El ciego comienza a engatusar al perro llamándolo cariñosamente para que se le acerque y, una vez conseguido, empieza a acariciarle el lomo al animal, Y un niño que pasaba por allí y había visto todo lo ocurrido, le dice al ciego.
- ¿Pero hombre, cómo le hace mimos al perro después de la faena que le ha hecho?
- Si, pero para darle una buena patada tengo que palpar para saber dónde tiene el culo.
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