Cuando el árbitro pitó el final del partido, la alegría era incontenible.
Se había instalado la locura colectiva, era nustro segundo ascenso a 1ª división después de 26 años.
Atrás quedaban muchos sinsabores, muchos años de vacío futbolero, pero ¡por fin! volviamos a estar en 1ª.
¡Qué alegria recorría nuestros alborozados cuerpos! daban ganas de gritar, de abrazarse con el que tuvieses al lado en las coquetas gradas del Estadio de los Juegos del mediterráneo, pero sobre todo, daban ganas de saltar al césped y abrazar a los jugadores.
Unos cuantos aficionados, de diferentes edades y condición coincidieron unos instantes, en plena histeria colectiva y todos juntos, fueron a por Corona, autor del 3er gol, y mezclados con los periodistas se hizo la instantánea.
En la foto, hay un niño con el torso desnudo que fue muy feliz, tan feliz fue que nunca olvidará el momento y podrá decir orgulloso que él estuvo allí, que lo mamó desde pequeñito.
Ese niño es nuestro futuro, su sonrisa es nuestro patrimonio. Agún día tendremos un museo y en ese museo estará esta foto ¡cómo no!
Le tengo mucho cariño a esta instantánea, en serio, y si la ampliais y le ponéis música os transportaréis a ese momento tan especial en el que fuimos todos muy felices. Os sugiero por ejemplo la banda sonora de: “Memorias de África”
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