Esta "frase hecha" nos informa de que debemos valorar a las personas o cosas cuando se las enzalza o alaban y alguien duda de los méritos contraidos, o desconoce los motivos de los halagos. Explicamos con la frase, que no debe ser casual el reconocimiento y, aunque no sepamos los motivos, debe ser el correcto.
El símil refiere un hecho religioso de gran pureza como la bendición, que se realiza a través del agua y no de otro elemento y desde tiempos ancestrales.
Sobre el tema del agua hay varios razonamientos, uno es que el hecho de bendecirla era para "desembrujarla" y para "librarla de los malos espíritus", debido a las creencias de que las enfermedades contraídas en la antiguedad tenían su causa por beber agua, que generalmente estaba contaminada.
Es de relativo uso en la actualidad aunque muy conocido en todos los países de lengua hispana y su antigüedad es oral, aunque ya en el Siglo XIX aparece en varios escritos.
El símil refiere un hecho religioso de gran pureza como la bendición, que se realiza a través del agua y no de otro elemento y desde tiempos ancestrales.
Sobre el tema del agua hay varios razonamientos, uno es que el hecho de bendecirla era para "desembrujarla" y para "librarla de los malos espíritus", debido a las creencias de que las enfermedades contraídas en la antiguedad tenían su causa por beber agua, que generalmente estaba contaminada.
Es de relativo uso en la actualidad aunque muy conocido en todos los países de lengua hispana y su antigüedad es oral, aunque ya en el Siglo XIX aparece en varios escritos.
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