El símil es devastador, ya que un "clavo ardiendo" te sujeta, pero al mismo tiempo te quema.
Es de origen oral y se refiere a físicamente a los clavos que se ponían dentro de los pozos, para sujetar los cubos y cuerdas. Es sabido que algunas personas al caer por cualquier circunstancia o accidente dentro de un pozo, conseguían asirse a dichos clavos y así poder salir, pero la predicción de la frase hecha es terrible porque si además, el clavo está al rojo vivo, la dificultad es extrema.
La frase es de gran uso en la actualidad y aparece escrito con frecuencia pero muy recientemente, (siglo XIX) por lo que, seguramente, ese no es su origen verdadero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario