Es una manera de decir que: "Dios se entera de todos nuestros actos" y seremos premiados por ellos.
El símil es muy didáctico, ya que la mano izquierda y derecha siempre hacen la mayoría de las cosas coordinadamente y por tanto es muy difícil que una no sepa lo que está haciendo la otra, por lo que se nos exige el máximo de discreción, incluso con nosotros mismos.
El origen es bíblico y es una enseñanza del propio Jesus, que quiso decir que ni siquiera las personas mas cercanas a nosotros deben saber cuando uno haga un acto de bondad, porque el fin de la acción va dirigido al prójimo y nunca a nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario