Antonio Biosca era de los niños "made in Plaza de Toros" ya que se jugaba en plena calle en el ensanchamiento asfaltado e iluminado exterior de la Plaza, aprovechando el poco tráfico de aquellos tiempos, o más rocambolesco aún, se jugaban partidillos informales en la Rambla de Belén, dónde quitábamos las piedras antes de jugar.
En los alrededores de la Plaza de Toros !Había que para y dejar de jugar cuando llegaba un vehículo!, ¡qué tiempos!
Pertenecía a una gran generación de futbolistas almerienses que el Plus Ultra, club modélico y de los más antiguos de la ciudad, consiguió reunir, labor que aún sigue intentando con las jóvenes promesas.
Con diecisiete años emigró de Almería con otros muy buenos futbolistas como Juan Rojas, Castillejo, Carmona y su destino fue el Calvo Sotelo de Puertollano, equipo que a finales de los años sesenta mantenía un gran equipo en 2ª división y otro en 3ª que le sirvió del trampolín para ser fichado por el Real Betis Balompié de Sevilla.
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