Estando todos reunidos frente al finado cuando el catedrático comienza la clase diciendo: 'En medicina es necesario tener dos cualidades, la primera no ser escrupuloso'. El catedrático introduce su dedo en el ano del cadáver, lo saca, se lo mete en la boca y lo chupa, ante el estupor de la mayoría de los alumnos, después se dirige a ellos con una sonrisa: 'ahora deberán hacerlo ustedes uno a uno'.
Poco, a poco, comienza el rosario para meter el dedo en el ano del muerto y con asquerosidad manifiesta, lo chupan con estupor. Cuando terminó la 'práctica anal' el profesor les miró y les dijo: 'La segunda cualidad es la observación, tal vez sea la más importante, yo metí el dedo anular y me chupé el índice, la próxima vez presten más atención'.
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