La chía (Salvia hispánica) pertenece a la familia de las lamiáceas y su origen está en México, centro y sur, en Costa Rica, Nicaragua, Guatemala y el Salvador.
Se distingue por su gran concentración de ácido graso alfa-linolénico omega 3.
La fibra dietética de la chía favorece el transporte del bolo fecal beneficiando enfermedades del tracto digestivo. Las propiedades de la fibra de la semilla son la absorción de agua hasta más de 10 veces su propio peso hace que el organismo se hidrate más, retenga la humedad y se regulen mejor los fluidos corporales.
Las semillas de chía contienen varios nutrientes como: Proteínas, calcio, boro, hierro, potasio, antioxidantes y oligo-elementos como el magnesio, manganeso, cobre y zinc y vitaminas como la niancina.
Dicen que la semilla de chía contiene más calcio que la leche entera, más potasio que los plátanos, tres veces más antioxidante que los arándanos, mas hierro que las espinacas y más omega 3 que el salmón.
Para tomar las semillas y debido a su poder de absorción de agua, es necesario tenerlas en agua hasta que se hinchen, al objeto de que se tomen ya de esta forma y que no se hinchen en el estómago.
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