EL HAMBRE QUITA EL MIEDO
de Ángel Rueda Martínez
del libro:
Cuentecillos de Los Filabres.
...
Tenía un enterrador
unas patatas sembradas,
hermosas, de bien cuidadas,
y ya pasadas de flor.
Como el hambre le acuciaba,
pues no era ningún misterio,
las tenía en el cementerio
donde nadie le robaba.
Se dio cuenta en un entierro,
que uno, se quedó mirando
y en su mente calculando
de las papas, desentierro.
Por tanto “pa” prevenir,
si aquel osado venia,
esa noche se escondía
para poderlo impedir.
Y pensamiento acertado,
con una azada y un saco
saltaba la tapia el “caco”
y empezaba el escarbado.
El enterrador lanzó,
un grito desesperado,
y el ladrón nada inmutado
su faena prosiguió.
Lanzó otro grito más fuerte,
para ver si le asustaba,
y el hombre el saco llenaba…
Pensando… hasta que reviente.
Y la estrategia cambiando.
-Dijo- En un tono profundo.
¡Soy alma del otro mundo¡
Desde aquí te estoy mirando.
Que mires… lo celebramos,
estate ahí aunque te cueste,
porque no sabes en este,
LO PUTAS QUE LAS PASAMOS.
De.: Ángel Rueda Martínez
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