En la mansión de un multimillonario se celebrara la puesta de largo de su hija de 18 años. A la reunión está invitada toda la alta sociedad del País y jóvenes pretendientes casaderos pertenecientes a la misma. Ya en los postres, el millonario hace destapar una enorme piscina, hasta entonces cubierta por lonas.
- Atiéndanme por favor. Busco a un verdadero hombre para mi hija, un yerno que sea valiente, que lo de todo por ella y la proteja. En esta piscina hay cuatro pirañas y un cocodrilo, el reto es atravesarla de punta a punta y llegar sano y salvo. Ese será el pretendiente adecuado y tendrá por esposa a mi única hija y heredera de toda mi fortuna.
No había terminado su oratoria, cuando de repente se lanza un joven y atraviesa la piscina a gran velocidad, llegando entero a la otra punta.
- Eres muy valeroso muchacho, tú serás el elegido.
- No, no quiero saber nada de eso ahora.
- Entonces, ¿Qué quieres?
- Quiero saber quien fue el cabronazo que me empujó a la piscina.
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