En este caso el diccionario es contundente al definir el dicho: “Persona sumamente ingenua, pasmada o insensible”.
El símil está sujeto a opiniones diversas, hay quien expresa que la persona cándida se la asemeja con un cántaro un elemento vacío, hueco, que no tiene nada, pero viendo la expresión en su conjunto me inclino por que la frase manifiesta que se trata de un alma "sin valor, poco afortunada" ya que el cántaro en aquella época era vulgar y al alma se la daba un valor excepcional, por lo que "un alma de cántaro" era un alma de lo más bajo en el escalafón.
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