Bajo la lluvia, le dice el novio a su prometida:
- Puri, ¿de verdad que te quieres casar conmigo?
- Por supuesto que sí, Tomás.
- Y, ¿Te casarías conmigo igual si yo perdiera un ojo?
- Uff! Tendría que pensarlo.. pero ¿por qué dices eso?
- Anda, déjame que lleve yo el paraguas.
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