O "Quien hizo la ley, hizo la trampa"; empleamos esta "frase hecha", para indicar que, a pesar de que la ley o la norma establezcan una forma de actuar, el propio legislador puede incumplirla, aunque estos caso son mínimos en una democracia con separación de poderes y, más bien, estas son opiniones de aquellos a los que no les ha ido bien la sentencia. Evidentemente, queremos manifestar que la ley no nos sirve para arreglar lo que se quería arreglar con ella y que la trampa humana, lamentablemente, prevalece.
El origen es popular y antiguo, aunque su origen nace en el pueblo y, después alguien lo escribió y aparece en incontables escritos desde hace tres siglos, o incluso antes.
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