Lo importante es la información y comunicarla participando todos. Gracias por visitar este blog

Uso estas palabras: "Almería-Cultura-Deporte-Ocio" porque mi mente asocia en ese lugar, una serie de momentos felices (que me ocurrieron de quinceañero) que tienen mucho que ver con la música, el cine, el ocio, etc. http://youtu.be/-S1oLwoFMXE
Os invito a participar y a que envieis vuestros comentarios. La suma de muchas opiniones e ideas hacen la vida más amena y posibilita que aprendamos mutuamente... Podemos hablar de todo lo que nos guste: la actualidad, tapas y recetas, deportes, vinos, ocurrencias, anécdotas, ciencias, libros ...un sin fin de cosas que hacen la vida más placentera y podéis discrepar ¡cómo no! y, si alguien tiene algo muy ameno y quiera compartirlo, esta puerta estará siempre abierta. A pesar de que me centro mucho en Almería, por las razones antes expuestas, este blog está abierto a cualquier otra localización o tema de tertulia que nos pueda interesar.

martes, 25 de mayo de 2010

La Parroquia de los Padres Franciscanos de Almería, toda una tradición

(Fachada posterior de la Parroquia con San Antonio de Padúa en cerámica - foto propia)


Transcribo literalmente de mi libro: El Recodo del camino:
http://www.lulu.com/product/tapa-blanda/el-recodo-del-camino/5166179
La parroquia de los Reverendos Padres Franciscanos de Almería era y es la iglesia “del barrio”, uno de los puntos de reunión de los vecinos donde Juan y su hermano Pepe iban a catequesis de pequeños.
En la catequesis se aprendía el catecismo y te daban un vale con puntos por la asistencia y cuando conseguías un determinado número de puntos te regalaban un balón. Juan consiguió una vez un balón de “Ceplástica Ariz”, parecía casi de reglamento por su peso y textura, a pesar de ser de plástico.
Había cine una vez a la semana, por supuesto, en blanco y negro y lo atendía el cura párroco los sábados por la noche.
Antes de que hubiese televisión en las casas, la concurrencia para el cine de la parroquia era grande, a pesar de la incomodidad de las sillas de madera. De ahí el dicho: “Lo que el viento se llevó y lo que el culo aguantó”, debido a que esta película era tremendamente larga, aunque películas de tanta fama jamás fueron puestas en el cine de la parroquia, eran más bien películas de andar por casa y a veces, ponían dos seguidas.
La parroquia estaba siempre atestada por los acontecimientos sociales del barrio como las bodas, bautizos, comuniones, entierros, etc.
Los domingos se iba a misa de doce, a veces la congregación de feligreses era tal, que había parroquianos oyendo misa en la acera, justo delante de la puerta de la iglesia.
Después de misa se daba uno una vuelta por el Paseo hasta el Parque, cerca del Puerto y se iba bien arreglado, con el mejor traje que cada uno tenía, el famoso “traje de los domingos”.
Después del paseo se tomaba un vinito con su tapa, en conversación distendida con los amigos, y a casa a comer allá sobre las tres de la tarde, como muy pronto. Con lo cual, la conclusión es bien sencilla, “la gente iba a misa para que los vieran los demás y no por devoción cristiana”.
Por la parte de atrás de la iglesia, que daba a la calle Padre Gabriel Olivares, en la fachada y a una altura de dos metros hay una imagen de San Antonio de Padua, vestido con un hábito marrón, hecha con baldosas de cerámica. Ahí esta el Santo mirando a la calle con el Niño Jesús en brazos, dos farolillos de hierro forjado presiden el mural.
A esta parroquia iban las jóvenes casaderas a ponerle una vela y pedirle un novio al Santo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario