"A tomar el fresco" - (costumbre casi en deshuso)

Os paso un extracto de mi libro: El recodo del camino, donde realato mis recuerdos sobre una costumbre vecinal muy social que, según mi opinión, se está perdiendo.
www.lulu.com/product/tapa-blanda/el-recodo-del-camino/5166179
Eran los años sesenta del siglo pasado, viviamos de otra manera, diferente pero más vecinal, más próxima:

"En verano, por las noches y hasta altas horas, en mi barrio cuando era un niño, se salía a “tomar el fresco”, a charlar, beber y comer en plena calle. Todos juntos, niños, mayores, familiares y vecinos. “Tomar el fresco” consistía en que los vecinos se agrupaban en reuniones informales poniendo las sillas donde se iban a sentar, en las aceras junto a las puertas de las casas. Eran reuniones agradables en concordia y buena vecindad.

Cada cual llevaba su silla plegable consigo a “tomar el fresco” y cada uno aportaba lo que tenía “de comida o bebida” a la reunión.

Se hablaba de todo, menos de política, la política estaba prohibida por convencimiento tácito y práctico. El mensaje de padres a hijos era no hablar ni meterse nunca en líos de política, los jóvenes veíamos aquello como algo antiguo que venía de la guerra civil y el mensaje era de miedo a lo que pudiera pasar porque algo muy malo ya había pasado y no había que volverlo a resucitar.

Cada vecino sacaba de su casa lo que tenía para aportar a la reunión: un trozo de chorizo, un porrón de vino, bocadillos, fruta. Los niños jugábamos en la calle, los mayores hablaban de sus cosas y los jóvenes hacían planes para el domingo organizando “guateques” en alguna azotea, o en algún local prestado, la música la ponía el dueño de un Pick-up (tocadiscos), de los de aguja y disco de vinilo, (entonces, que no se sabía inglés ni falta que hacía, se decía pikú)".