Recuerdo aquel joven entrenador que en la Temporada 2006-2007 consiguió el ascenso de la UD Almería a 1ª división. Recuerdo aquel hombre espabilado, listo, estratégico, trabajador que dió una charla en la Universidad de Almería, afirmándose en unos principios deportivos básicos, decía: "primero hay que formar a la persona, después al deportista y por último al futbolista".
Viendo hoy, el partido Real Madrid-Sevilla, veo a un entrenador fuera de sí, esperpéntico, nervioso, con aspavientos y antideportivo, reclamando al árbitro (pobre hombre después de la que nos lió en Almería el domingo) faltas a favor de su equipo y contra el rival inexistentes.. marrullero, esa es la palabra. ¡¡Qué diferencia con Carlo Ancelotti y su saber estar!!
¿Qué ha sido de ese gran proyecto de entrenador que iba hace 10 temporadas para entrenar a un Madrid, un Barça, o un grande de Europa?
Se ha echado a perder, su forma de tratar de condicionar a un árbitro hace que, ya no eche de menos que vuelva a dirigir a mi equipo. No, no quiero una persona así, lo digo con dolor pero la verdad sea dicha
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