Lo primero que hay que decir, es que es una película producida en el año 1.968 y que sitúa la acción en el año 2.001.
Pensaban que en los próximos 33 años el ser humano dominaría el espacio hasta llegar a sus confines, pero obviamente no ha sido así y con la perspectiva de 14 años después de esa fecha mágica, podemos decir que ese valor de anticipación fracasó rotundamente.
Pero esta película es tan emblemática, que ostenta otros grandes valores, como por ejemplo: Que en el año 1.991 fue incluida en el Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de los EE.UU por sus valores culturales, históricos en la vida norteamericana.
STANLEY KUBRICK, encontró en ALMERÍA unos exteriores magníficos para contar la historia evolutiva del ser humano, desde su lucha por la supervivencia, hasta el descubrimiento del fuego, pasando por contar una historia de ciencia ficción con efectos especiales desconocidos hasta entonces.
METRO GOLDWYN MAYER la produjo, quizás pensando en un éxito histórico del séptimo arte, más que un éxito de taquilla, que también lo fue.
Banda sonora clásica de Richard Strauss, tratando de unir épocas diferentes del devenir humano, contemplando la evolución como una serie continuada de acontecimientos.
La tecnología, fantástica para la época, se queda corta, para lo que son la informática, la electrónica y las comunicaciones en la actualidad, pero eso era imprevisible entonces.
Ni que decir tiene, que logró OSCAR y no menos críticas positivas. Un peliculón en toda regla, vaya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario