Bien dijo Cuenca, ¿Qué hice con mis hijos, llegados a este punto? pues, darles faenas de la casa, ayudar en el hogar, había que limpiar, cocinar etc y a cada uno le asignaba un papel, y cuándo surgía la protesta, les llevaba a algún sitio dónde otros lo pasaban peor que ellos, para irles bajando el egoísmo y los humos.
Recuerdo que fui con ellos a Madrid al Hospital del Niño Jesús y vimos a niños sin dedos en las manos, quemaduras enormes y ya en el Hotel les decía: 'Pensad, cuánto darían sus padres y esos propios niños, por limpiar los cristales de su casa, es que no pueden ni podrán hacerlo nunca y vosotros os quejáis continuamente, pensad, pensad cuan afortunados sois'.
Esas técnicas valían por un tiempo, pero las amistades, el lider de sus amigos, de la pandilla, en esa época de adolescencia, manda más que los padres y entonces, procuré hacerlos líderes, porque esa si es una amenaza real y verdadera.
Los líderes de los amigos, nos quitan el poder de convencer a nuestros hijos, por eso, mejor que ellos fuesen líderes que no otros, pero eso es casi imposible, cada persona en su interior guarda sus convicciones y será lo que decida ser, a pesar de lo mucho que les digas.
Ya explicaré como me dijo y que consejos me dió... continuará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario