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Inma López Pérez:
Empezó entonces una competición por el amor de la joven y la amistad acabó convirtiéndose en odio. Según algunos ella les pidió que cada uno construyera una torre, según otros estaban ya trabajando en ellas, la cuestión es que el padre de Zoraida prometió la mano de su hija a aquel que acabara antes las que hoy son la Torre de San Martín y la del Salvador.
Las torres se elevaban mientras los dos rivales las cubrían de andamiajes para que no pudiese seguirse bien desde el exterior la evolución de la obra. Había turnos que llegaban hasta la noche, multitud de obreros y un esfuerzo nunca antes visto en la ciudad.
Omar fue más rápido, pero el día que anunció su victoria y descubrió su obra la ciudad, congregada a sus pies para contemplarla, vió no sólo una bellísima torre sino que se dio cuenta que esta, sorprendentemente, estaba ligeramente inclinada. El propio Omar, al darse cuenta del error terrible que había cometido, subió a lo más alto de su torre y se arrojó al vacío acabando con su vida.
Del otro lado la torre de Abdalá se terminó unas semanas después y se mostró a todo Teruel tal y como la vemos hoy en día: tan bella como perfectamente recta y, lo que resultó sorprendente, con un notable parecido a la de San Martín.
Por supuesto, Abdalá se casó con Zoraida, si bien la leyenda no alcanza a contarnos si fueron felices el resto de sus días o si, quizá, el recuerdo del desdichado Omar ensombreció su felicidad".
Josquín Contreras Sánchez (descriptivo):
"Torre de Teruel Mudejar; la torre de San Martín está construida por dos torres una envolviendo a la otra discurriendo entre ambas las escaleras de acceso al campanario la torre interior está formada por tres estancias superpuestas cubiertas por bóveda de crucería la exterior"
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