- ¡Me quedan tres paradas para bajarme!
La gente pasa de él y piensa que está un poco loco.
Al cabo de un rato:
- ¡Me quedan dos paradas para bajarme!
La gente empieza a mirar para otro lado.
- ¡Señores, que a la próxima me bajo!
La gente sigue pasando de él y finalmente dice:
- ¡Bueno, que ya me bajo en esta!
- Y a nosotros ¿qué nos importa?
- ¡Es que soy fontanero. Suelten ya la tubería que me la tengo que llevar!
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