3.- LA HERENCIA
De: Ángel Rueda Martínez
De “Cuentecillos de Los Filabres”
(El hombre bueno, era mi padre, me lo cuenta hace años, Belia Duarte Ruiz, a la que se lo había contado el suyo, Juan Duarte Sorroche . En los tres confió su verdad).
…
Dos hermanos que heredaron
De sus padres una hacienda,
Pensando en, alguien que entienda,
A un “Hombre bueno” llamaron.
Y el “hombre bueno” fue haciendo,
Los lotes de propiedades,
Para ser las heredades
Lo más justas, resumiendo,
Que quedaban las herencias,
De los trances, los secanos,
Las cañadas y los llanos,
Justos en las conveniencias.
Y cuando toda la hacienda,
Quedaba bien repartida,
Lo más justa y convenida
Del saber de su experiencia.
Quedaba un pequeño huerto,
En medio de dos bancales,
Que hacer dos partes iguales,
Fue del mediador intento.
Pero entonces un hermano
Pidió que fuera “pa” el,
No dando el brazo a torcer,
Ni al razonamiento humano.
Y aquí fue donde el problema
Empezó a tener cabida,
Aunque el “hombre bueno” cuida
De resolver siempre el tema.
El hermano interesado
Quitando importancia al huerto,
Dijo que era un trozo muerto,
Sin futuro ni pasado.
Y le dijo al mediador
Con hincapié, “pa” que entienda,
Si este trozo es una “mierda”
Si esto no tiene valor.
El hombre – dijo- ¡Manolo!
Veo que tu razón es cuerda,
Y… ¿Porqué siendo una mierda,
Quieres comértela solo?.
…
Y es que según circunstancia,
En cualquier cosa que ves,
Cuando prima el interés,
Se “quita” o se “da” importancia.
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