En el capítulo anterior correspondiente al Siglo XVI terminaba diciendo que los intentos de repoblación cristiana fueron inútiles y los terremotos y ataques piratas berberiscos e ingleses mantuvieron a la provincia ensombrecida durante los siguientes 100 años. Efectivamente, esta fue la antesala de una época triste y gris, dónde Almería comenzó a labrarse su aislamiento endémico de siglos. Para mí, el factor más importante, a pesar de piratas y terremotos, fue el estar tan lejos de las rutas de América. Curiosamente la época de esplendor española es inversamente proporcional al crecimiento de Almería. Por otra parte, las riquezas que venían de América jamás pasaron por aquí ni pudieron crear oficios ni cualquier estructura industrial o comercial. Definitivamente y, para colmo, las repoblaciones o no estaban bien coordinadas o faltaba gente que quisiera venir, fuese cómo fuese, la realidad socio-cultural, económica y agro-industrial del Siglo XVII fue calamitosa. La repoblación cristiana, proveniente sobre todo de Levante (60%: un 50% de murcianos y un 10% de alicantinos y valencianos), Jaén (20%), Castilla-La Mancha y Aragón (el restante porcentaje) es insuficiente y no logra repuntar la demografía de la ciudad ni la provincia. Las malas comunicaciones y el aislamiento siguen siendo factores determinantes. La parte económica más pujante conlleva la deforestación, con lo cual, no se gana en nada y la Almería de ese siglo y los siguientes presenta un aspecto semi-desértico. A pesar de todo ello, La actividad minera es impulsada con las explotaciones de hierro en los Filabres, plomo en Gádor y mármol en Macael. La parte negativa, como antes comentaba, son las talas masivas en las sierras de Gádor y Almagrera, que iría agravándose durante los siglos siguientes y contribuiría de manera importante a deforestación que sufre hoy Almería y su provincia. Sin embargo ¡¡hay vida!! ya que existe una actividad cultural y etnológica que nace para ir desarrollándose poco a poco durante este siglo. En 1640 se edita el primer libro en Almería, a instancias del obispo José de la Cerda, lo que lentamente va abriendo el camino a nuevas iniciativas que vendrán con los ecos de la Ilustración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario