Sigmund Freud escribe hasta la extenuación sobre sexo, y es que los hombres (ojo al dato) pensamos más de 100 veces al día en el sexo. Freud analiza esta realidad desde un punto de vista científico y "algo lleva el agua cuando la bendicen", aunque nos duela reconocerlo en público.
Los hombres, me incluyo lógicamente, fabricamos un castillo de naipes entorno al sexo, deseando vivir en persona nuestras mayores esquisiteces oníricas, cuando en realidad, son sueños vanales nunca correspondidos por las mujeres.
Desde la adolescencia, hasta nuestra senectud más lejana, seguimos pensando en lo mismo, aún sabiendo, que son sueños imposibles ya que la mujer, jamás sintoniza con nuestros extravagantes deseos, ni con las formas de esos deseos. Pero, a pesar de tener muchas evidencias de lo contrario, con el paso de los años, seguimos insistiendo.
Desde la adolescencia, hasta nuestra senectud más lejana, seguimos pensando en lo mismo, aún sabiendo, que son sueños imposibles ya que la mujer, jamás sintoniza con nuestros extravagantes deseos, ni con las formas de esos deseos. Pero, a pesar de tener muchas evidencias de lo contrario, con el paso de los años, seguimos insistiendo.
Aunque los hombres deseamos más cantidad de sexo que las mujeres, la realidad es que no estamos dispuestos a tener sexo cada minuto de cada hora los siete días de la semana. Nos gusta pensar así porque nuestra química, así lo exige pero, según la edad, la frecuencia disminuye y jamás haríamos ni la cincuentava parte de lo que deseamos en cualquier escenario, ni siquiera si se hicieran realidad los escenarios soñados.
Nuestras parejas, que tienen sus propias hormonas, piensan muy distinto ya que sus deseos sexuales se manifiestan en determinados momentos y situaciones. Estas "situaciones" están muy relacionadas con el deseo de agradarnos y complacernos, pero casi nunca motivadas por una necesidad real. Su activación sexual depende mucho de su estado de ánimo y un sinfín de recovecos femeninos que no entenderíamos, aún viviendo en pareja 5 generaciones seguidas. Es seguro, y así lo corroboran multitud de estudios, que la mujer finje 3 de cada 10 orgasmos y no busquemos la razón, ni nos creamos malos amantes, es que es una realidad física y biológica, jamás contempladas en nuestras esquisiteces oníricas, pero no cambiaremos el chip, es nuestra naturaleza y seguiremos soñando con sexo virtual.
Nuestras parejas, que tienen sus propias hormonas, piensan muy distinto ya que sus deseos sexuales se manifiestan en determinados momentos y situaciones. Estas "situaciones" están muy relacionadas con el deseo de agradarnos y complacernos, pero casi nunca motivadas por una necesidad real. Su activación sexual depende mucho de su estado de ánimo y un sinfín de recovecos femeninos que no entenderíamos, aún viviendo en pareja 5 generaciones seguidas. Es seguro, y así lo corroboran multitud de estudios, que la mujer finje 3 de cada 10 orgasmos y no busquemos la razón, ni nos creamos malos amantes, es que es una realidad física y biológica, jamás contempladas en nuestras esquisiteces oníricas, pero no cambiaremos el chip, es nuestra naturaleza y seguiremos soñando con sexo virtual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario