Lo importante es la información y comunicarla participando todos. Gracias por visitar este blog

Uso estas palabras: "Almería-Cultura-Deporte-Ocio" porque mi mente asocia en ese lugar, una serie de momentos felices (que me ocurrieron de quinceañero) que tienen mucho que ver con la música, el cine, el ocio, etc. http://youtu.be/-S1oLwoFMXE
Os invito a participar y a que envieis vuestros comentarios. La suma de muchas opiniones e ideas hacen la vida más amena y posibilita que aprendamos mutuamente... Podemos hablar de todo lo que nos guste: la actualidad, tapas y recetas, deportes, vinos, ocurrencias, anécdotas, ciencias, libros ...un sin fin de cosas que hacen la vida más placentera y podéis discrepar ¡cómo no! y, si alguien tiene algo muy ameno y quiera compartirlo, esta puerta estará siempre abierta. A pesar de que me centro mucho en Almería, por las razones antes expuestas, este blog está abierto a cualquier otra localización o tema de tertulia que nos pueda interesar.

viernes, 9 de marzo de 2018

LA CASA DE LAS DOS TORRES (3) - POR CARMEN RAVASSA LAO

Parte 3
Pero llegó la Guerra Civil y todo se fue al traste. El 22 de Julio de 1936 la casa sufrió un incendio, no se sabe si casual o intencionado, las torres semejaban dos teas que iluminaban todo el entorno. Pero como su estructura era fuerte no se vino abajo. Después fue requisada por las milicias para destinarla a almacén. El panteón fue profanado y saqueado, sacaron los cuerpos de sus ataúdes y dispersaron los huesos por el suelo de la ermita. Más tarde los familiares tuvieron que reconstruirlos y excavar una fosa de dos metros de profundidad, donde los depositaron y cubrieron el suelo con esta lápida que contiene la siguiente inscripción:

“Bernardo Campos Arredondo, Bernardo Campos Rambaud, Ana Medina Ximénez, Rafael Campos Medina, Clotilde Sánchez Barranco, Bernardo Campos Sánchez, Presentación Peral Obispo, Bernardo Campos Peral, María del Milagro Campos Peral, Dolores Campos Aguilar, Rafael Torres Salcedo, Manuel Torres Campos, Antonio Torres, Ana Rapallo Campos, Amalia Godoy Campos, Emilio Godoy Campos, José Godoy Campos.

D.E.P. Las familias de Campos Peral, de Rapallo Campos, de Torres Balbás y de Godoy Massa dedican este recuerdo al eterno descanso de sus almas. 30 de noviembre de 1.952”.

Hay más lápidas individuales con los siguientes epitafios:

“Dolores Campos y Aguilar, Viuda de Torres, 27 de julio de 1884 R.I.P”.
“El Exmo Sr. Don Bernardo de Campos Rambaud falleció el 5 de noviembre de 1886 R.I.P”.
“Don Francisco Díaz Álvarez falleció el 18 de mayo de 1915 a los 67 años de edad R.I.P. Recuerdo de su esposa e hijos”.
“ El Ilustrísimo Señor don Juan Carreño Sánchez, teniente coronel retirado de la guardia civil, caballero de la Real Orden de san Hermenegildo, benemérito de la Patria del Mérito Militar, falleció el 1 de enero de 1925 a los 68 años de edad. R.I.P. Triste recuerdo de su esposa e hijos”.
“María Ángeles Carreño Vargas, falleció el 6 de abril de 1969. D.E.P. Tus hijos y nietos no te olvidan”.

En 1938 murió Dolores Campos y en 1945 su marido. Su hija Dolores Godoy Campos, casada con José Díaz Aguilar, médico de Pechina, quiso rehabilitar la casona, ya que finalizada la guerra fue necesaria la restauración del edificio así que pidió el proyecto al arquitecto Guillermo Langle, con el encargo de que mantuviera manchada de negro una de las dos torres, en recuerdo de la barbarie del incendio. La casa de las Dos Torres fue heredada más tarde por su hija Dolores Díaz Godoy, su marido y sus hermanos. La familia Godoy vivió allí en un ambiente de lujo y distinción típico de la burguesía, con buenos ingresos debidos a la agricultura, lo que les permitió mantener un cortijero cuidando y cultivando la propiedad, y servicio doméstico. 

Pero la agricultura se va debilitando, la naranja se paga barata y el tiempo va declinando la bravura de sus muros.

La última heredera, María Dolores Durán Díaz, vendió el Cortijo de las Torres en 1990 a Juan Magaña, empresario, falleciendo al poco tiempo de haberlo comprado. Continuó con la propiedad su viuda y sus hijas, pero sin el verdor que lo rodeaba, ni el frescor de su fuente y sus dos balsas, pero con las mismas torres gemelas, vigilando el horizonte y el panteón que sigue orgullosamente erguido, custodiando los restos de aquella primera pareja que llena de amor, construyó el palacete.

No hay comentarios:

Publicar un comentario