- Doctor, venga ¡enseguida, me muero!
El médico se vistió apresuradamente, salió a la calle y el coche no le arrancaba, así que cogió su moto, para llegar a casa del paciente que estaba a 5 Km de distancia. Lo examinó detenidamente y tras pensar un buen rato, preguntó al paciente.
- ¿Ha hecho testamento?
- No, respondió pálido el paciente.
- Hágalo enseguida. ¡Llame inmediatamente al Notario! ¿Tiene parientes?
- Si. Doctor
- Pues llámelos ¡inmediatamente! ¿Usted cree en Dios?
- Si. Doctor.
- Haga venir inmediatamente a un sacerdote.
- Doctor, entonces ¿quiere decirme que mi muerte es inminente?
- Claro que no, estalló el médico. ¡Usted está bien! Lo que me molesta es ser el único imbécil que tiene que dejar la cama a las 3 de la madrugada, en una noche de perros para venir a verle.
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