Esta frase hecha, indica que hay que ser valientes y atrevidos para conseguir lo que deseamos. Nos informa de un peligro certero al poner el cascabel, ya que hay que atarlo al cuello del gato y , hay que dominar al animal que puede ser fiero, aunque un gato no suele serlo por ser un animal muy domesticado, pero un gato enrabiado, no es de fiar y entraña un riesgo.
La frase invita a voluntarios a hacer la difícil tarea por nosotros y al parecer, no hay muchos que se ofrezcan. Es una frase muy popular y de uso vigente.
No hay que olvidar que un gato es un felino, que tiene unos dientes muy finos y duros y, sobre todo, buenas garras que arañan.
El origen de esta frase aparece escrito en la "fábula de los ratones", que idearon la arriesgada misión de que un raton muy valiente, aceptara la misma, para ponerle el cascabel al gato para saber cuándo se acercaba a la comunidad, para poder huir.
En el Siglo XIX José Selgas y Carrasco lo referencia en su obra: "Hechos y Dichos 1879 Madrid, Imprenta A.Pérez Dubrull, pagina 321.
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