La recuperación natural de los suelos, sin duda, es la perfecta pero vemos a diario el deterioro de los mismos y el ser humano con sus medios e inteligencia, debe ayudar a la recuperación.
Con las dos fotografías que os muestro como ejemplo, es claro el avance en la recuperación de este suelo, de una forma sencilla a través de la jardinería.
Se trata de una ladera de una pendiente próxima a los 40º, el agua de lluvia arrastra toda la arena y con la sequedad posterior se desertiza el suelo quedando duro y muy seco, incapaz de dejar que ninguna semilla prenda.
El jardinero mediante piedras clavadas, hojas muertas de pinos próximos, la plantación de enredaderas y el riego, consigue en apenas dos meses que se vaya recuperando, como podéis observar en la fotografía de abajo.
(Para ver las imágenes ampliadas, pinchad en ellas una sola vez).
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