LA RUTINA diaria produce a la larga esa pérdida, la falta de trabajo de nuestro cerebro producido por los automatismos rutinarios, que hemos creado a nuestro alrededor influye en que NO HAGAMOS TRABAJAR A NUESTRAS DENTRITAS.
El antídoto a todo esto son = LAS NEUROTROFINAS, que la genera el propio cerebro cuando tiene que trabajar y le obligamos a ello.
Pautas, que seguro sois capaces de inventaros algunas más: 1).- Cuenta al revés y visualiza los números. 2).- Aprende una habilidad nueva y practícala. 3).- Cambia las cosas de sitio y cuando te acostumbres, vuelve a cambiarlas. 4).- Cambia las rutas para ir a casa o en tus desplazamiento habituales. 5).- Lee en voz alta, ayuda a sentirte y a utilizar otros sentidos. 6).- haz cosas diferentes, huele, escucha, trata de cantar una canción susurrando. 7).- Utiliza la mano menos habitual. 8).- Trabaja los sentidos, hasta el límite. 9).- Dúchate con los ojos cerrados y trata de localizar el grifo, el gel, la toalla. (con cuidado siempre de no resbalarte).
En definitiva: "si el cerebro trabaja -en automático- gasta poca energía y nos limita a lo fácil. Si por el contrario le haces trabajar, comenzará a segregar las NEUROTROFINAS" .
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