Miré al Sr. Cuenca con preocupación y le dije: 'Yo mismo me daría ahora de hostias, perdí años de estudio, tuve que repetir', lo peor es que en esos momentos no te das cuenta de la trascendencia.
¿Y qué te sacó de eso?
El entrar en un Banco, trabajar y llevar una vida seria, pero mis ansias de independencia familiar, se vieron cumplidas al tener que vivir fuera de mi casa, pero, craso error, a los pocos meses echaba a los míos mucho de menos. De toda formas, me duró poco porque maduré antes y además, en una ciudad como Madrid.
Antonio, lo que debe hacer un padre y es lo que hice y hago, son varías cosas: Escucharlos (ya te lo dije); anticiparse a sus necesidades, sin que parezca que estás encima de ellos; Dar mensajes positivos acrecentado la autoestima; Comunicación con ellos, acompañarlos a los deportes que practique o que se aficione pero siempre de lejos, dejando que se relacione con los demás pero sin quitarle ojo; no meter miedo y dar mucha confianza y practicar los hechos, o sea, dar ejemplo que vean que te mojas.
No puedes decirle que ser pandillero conlleva la cárcel y estar fichado de por vida o que pueda perder su vida y se un mendigo porque nadie le daría trabajo o será un perro flauta de mayor si entra en una pandilla. Lo que hay que hacer es tratar de hacerle ver un futuro estupendo, gracias al estudio y el crecimiento cultural y personal, consiguiendo una autoestima perfecta y una seguridad que le haga prosperar.
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