La frase, 'Más largo que un día sin pan' o 'ser o es, Más largo que un día sin pan', es una frase antigua cuyo origen conocido viene desde la Edad Media y en la actualidad, aunque sacada de su entorno, ya que muchos con las nuevas dietas pasamos casi todo el día sin pan y no nos cuesta.
Aunque escrita en muchos sainetes y obras teatrales cortas del Siglo de Oro, la frase no tiene un autor concreto.
El símil se cimienta en que el pan, alimento básico, era muy consumido a diario. El no tener pan hacía que el día por tedioso y aburrido se hiciese muy largo, de ahí el dicho.
También se emplea para describir por comparación a una persona de talla muy alta.
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