Un borracho sube a un autobús y se encuentra que están ocupados todos los asientos. Pasa hasta el fondo y se queda allí de pie mirando al conductor, éste lo tiene fichado por el espejo y piensa que antes de que se baje le tiene que pagar el billete. El borracho, suelto de manos, cuando inicia la marcha el bus, va caminado hacía adelante y hacía atrás, según como el conductor sube cuestas y toma las curvas. Cuando el borracho intenta bajarse del bus, el conductor le dice:
- ¿No pensará bajarse sin pagarme el billete?
- ¿Qué billete? ¿Qué autobús?,¡si me he hecho el viaje andando!
No hay comentarios:
Publicar un comentario