Me preocupó el gran vacío que presentaba el tenis español hasta hace un par de años tras Rafa Nadal, un tenista único, irrepetible que parecía a todas luces insustituible, ya no tendríamos más números uno, había que volver a la época de Emilio Sánchez Vicario, etc, etc. hasta que apareciera un número 1 mundial.
Por suerte me equivoqué, Carlo Alcaráz vino y ¡¡qué bueno que viniste!!
Ser número 1, y ganar un gran slam (Open USA) está reservado a las grandes estrellas del tenis y si además te lleva Juan Carlos Ferrero y sólo tienes 19 años, se abre un futuro espléndido para nuestro tenis.
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