- Dígame qué le da de comer a los cerdos.
- Pues desperdicios de comidas, mondas de verduras, patatas podridas, lo de toda la vida.
- Eso es mal alimentarlos, ya que después de la matanza va al consumo humano. Debe pagar una multa de 2000 Euros por las nuevas normas comunitarias sobre el tema y queda apercibido.
El dueño se queda dolido y fastidiado.
Pasado unos meses llega otra inspectora, e incide sobre el tema de la alimentación de los gorrinos.
El criador de cerdos le dice:
El dueño del criadero no sabe ya que hacer, y después de un tiempo, llega otro inspector y sin dejar que le pregunte de dice:
- Mire, yo les doy 30 Euros diarios a cada cerdo y que se compren lo que quieran para comer.
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