- Jesús, os he reconocido. Jesús le dice que no lo divulgue que no quería alborotos con la gente.
- Podrías hacerme un grandísimo favor tengo la vista mal y me molesta para trabajar. Jesús le pone la mano en los ojos y, automáticamente, se le arregla la vista. Tras besarle la mano, va con los otros compañeros y les cuenta que era Jesús en persona y le había curado la vista.
El otro compañero, que era francés, se acerca a Jesús y le pide que le arregle la planta del pié ya que no puede casi andar. Jesus dice que se descalce y le pone la mano en la planta del pié. Acto seguido, el francés comprueba que puede hasta correr. ''Gracias, gracias, Jesús, bendito sea tu nombre''.
Jesús se queda esperando que vaya a verle el otro compañero de los tres, que por cierto era español, pero pasa el tiempo y éste no llega.
Mosqueado Jesús, se dirige hacia el español y le dice.
- Oye, ¿tú porque no viene a verme? El español le dice:
- Ni se te ocurra tocarme, que me han dado la baja esta mañana.
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